El primer café del día… ¡una hora más tarde!
Eres de los que antes de quitarse las legañas ya está encendiendo la cafetera para hacerse un café bien cargado? Eres de los que no puede ni cruzar una palabra antes de tomarse un buen café con leche?
Cuantas veces habremos escuchado eso de “Yo hasta que no me tomo un café no soy persona”… ¿verdad? Pues lamentamos desmontar el mito pero según un investigador en química, el café recién levantados produce muy poco efecto en nuestro organismo.
Según Steven Miller, investigador en química de la Universidad de Bethesda (Bolivia), todo se debe a los ritmos cardiacos. Estos ritmos cardiacos son los que nos hacen despertarnos cuando ya hemos dormido lo suficiente y los que nos indican cuando debemos comer.
A partir del momento en que los ritmos cardiacos nos indican que ya hemos dormido lo suficiente nuestro cuerpo empieza a segregar unas hormonas llamadas cortisol, cuya misión es aumentar los niveles de azúcar en la sangre para ayudarnos a recuperar las fuerzas que no teníamos mientras dormíamos. Es justo ese momento, el de despertarnos, cuando el nivel de cortisol es más alto, y su efecto dura entre 60 y 90 minutos.
Nadie duda de los efectos de la cafeína en nuestro cuerpo pero, según Steven Miller, es mucho más recomendable tomar el café al menos 1 hora después de despertarnos que justo al hacerlo, ya que el cortisol provoca que los síntomas de la cafeína sean casi inapreciables.
Desconocemos si la afirmación de Steven Miller es fiable o no, pero por si a caso nosotros vamos a seguir tomándonos un buen café por la mañana, porqué no hay placer mayor que ese aroma a café recién hecho justo al despertarse. Una hora más tarde, si eso, repetiremos el proceso, que nunca viene mal una dosis extra de nuestra bebida favorita.